lunes, 6 de enero de 2014

Costa Este de la Tierra del Fuego


Foto Fabián Leiva
 Llegó el día, 30 de Noviembre. Permiso para zarpar concedido, aunque no sabíamos con qué nos iban a salir los de la Prefe de Río Grande. Hicimos un llamado de rutina al Edificio Guardacostas para recordar que ya estábamos en posición para arrancar y todo viajó como por un tubo. El pronóstico marcaba ONO o algo parecido, un viento que pegaba de costado al salir del Grande y luego cruzado de atrás llegando al mar. La intensidad del viento sería como siempre de menos a mas subiendo de 15 tempranito a 80 km por hora al final del día.
Foto de Fabián Leiva
Los amigos del Ioshlelk Oten ya estaban en el club a las 6 de la mañana. Muchos me parece que siguieron de largo en la noche del viernes y justo zarpando un sábado, se vinieron. Eramos una banda, una gran familia. Siempre ha resultado así en el Club de Río Grande y por las amistades cosechadas y la buena onda de la gente elegí asociarme al Ioshlelk y ser parte aún estando a 3000 km de distancia.
Para que se den una idea la logística en Río Grande y hasta hoy es así;  Pablito Kommer estuvo antes del viaje, nos contactó con una empresa de helicópteros para tener un seguro más, prestó su satelital, se puso a disposición para lo que fuera. El Lucho abrió las puertas del club, nos alojó y en todo momento nos preguntó que necesitábamos. Willy luego nos llevó para la casa a los tres, nos alojó hasta el día de la salida, nos prestó el auto para ir hasta Ushuaia, y nos hizo comer helado en su heladería hasta reventar. Cumplí así mi sueño de entrar a una heladería y poder probar todos los gustos uno por uno y armar el helado más grande que pudiera. Fabian Leiva, qué decir, está con nosotros aguantando en cada trinchera. Fernando, Chefi, Paulino, todos hacen que el viaje se haga más fácil. No quería dejar de mencionarlo porque el agradecimiento hacia éstos locos es eterno.
Volviendo a la navegación, el plan sería repetir los waypoints del gps tal como los dejamos en el 2010, saltando de uno a otro con distancias de 30 o 35 km y evitando las grandes bajantes del mar y en consecuencia las restingas eternas que hacen muy difícil nuestro acceso a la costa y el acarreo de los kayaks.
La costa Este de Tierra del Fuego desde San Pablo para abajo es fantástica, empiezan a aparecer los montes elevados y los bosques, playas de arena, rocas, desembocaduras de ríos, acantilados, de todo un poco.
Y allá fuimos, con una sopladura linda y los botes tan cargados que el agua pasaba con la más mínima ola por encima. El arranque es duro, adaptar el cuerpo al peso del kayak y a la dieta reducida lleva unos días.
Enfilamos para el Sur, con ganas de vivirla un poco más relajados que en el viaje anterior. El Gen Yagán había comenzado. Cerramos el día con un viento furioso volando la carpa......bienvenidos a la Tierra del Fuego.
En éste diario de viaje simplemente contaremos anécdotas y subiremos fotos, porque contar una historia demasiado extensa sería imposible por los pocos accesos a internet y una pc. Así que bienvenidos al anecdotario. Luego del viaje contaremos una historia más extensa.











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